miércoles, 30 de septiembre de 2009

 Primera Feria Estatal del Libro en Guanajuato


 La primera feria estatal del libro en Guanajuato se llevo acabo en la explanada de La Alondiga de Granaditas
los libreos de la agrupacion BIBLIONIA una vez mas haciendo la labor de llevar cultura a nuestra gente del estado de Guanajuato .

Este es el comercial que se difundio en la tv de Guanajuato, de la  publicidad de dicho evento y para que la gente asistiera y adquiriera su libro de preferencia .

domingo, 23 de agosto de 2009

La pasión por los libros

Por Eduardo Estala Rojas *

Dedicado a los Libreros de Biblionia, Legendarios y Viajantes.

Elegir un buen libro es tan importante como la función de un librero. Según el Diccionario de la Lengua Española (Vigésima Segunda Edición) la palabra librero significa: “Persona que tiene por oficio vender libros; hombre que tenía por oficio encuadernar libros.”

Sin embargo —desde mi punto de vista—, la labor de un verdadero librero está más allá de vender libros. Su función involucra también el leer, registrar, recomendar, cuidar, sacar y poner a la mesa las diversas obras literarias, académicas, históricas, fotográficas, de arte, etcétera, ante los ojos del lector, curioso de conocer otros firmamentos dables.

Lo cierto es que la labor de un librero siempre ha sido muy destacable y necesaria en nuestro país, pero poco reconocida y valorada —como ocurre en la mayoría de las artes— en la estirpe mexicana.

La Pasión por los Libros

Ellos simbolizan una tradición cultural que permanecerá (confío plenamente), gracias a la voluntad de muchas familias, amigos y lectores, que son sensibles a los libros y que confían en un proyecto nacional al fomento efectivo de la lectura.

Los libreros son magos porque transforman a la sociedad con los libros; guías, porque recomiendan y comparten sus experiencias de vida lectural tanto a los lectores como a los escritores; maestros, porque siguen fomentando la creación de talleres literarios, actorales y de arte visual; también son unos potenciales lectores porque necesitan conocer lo que recomiendan; además de ser promotores culturales movibles, porque transportan los libros a innumerables pueblos y metrópolis en caravanas.

Testimonios de Cinco Libreros en Tierra Quijotesca de América

“La ciudad de Guanajuato ha sido una ciudad de ensueño… me da gusto el difundir aquí la cultura entre toda la gente… ya sea a extranjeros o a los que residen aquí, pero principalmente a los estudiantes… el poder darles un material accesible a sus bolsillos…” apunta Javier Díaz.

“La experiencia que me ha dejado la ciudad de Guanajuato ha sido la del servicio… He podido colocar algunos libros muy interesantes para los estudiantes…” añade Carlos Reyes.

“Yo más que nada… quiero agradecer a Guanajuato por más de veinticinco años que vengo visitándolo con el grupo Biblionia… agradezco el apoyo al pueblo de Guanajuato… Más que nada por llevar a cabo el principal objetivo: fomentar la lectura, y agradecer a la gente de Guanajuato por ser muy culta…” enfatiza Raúl Ochoa.

“Lo que yo podría hacer en este momento, es invitar a la gente a que siga promoviendo la lectura entre sus hijos, es muy importante que los padres se sienten con sus hijos a platicar, dialogar y comentar los cuentos… los padres deben contar cuentos a sus hijos, deben introducirlos al mundo de la lectura…” señala Leonardo Paniagua.

“Lo esencial de esta feria es lo que queremos tratar de conservar siempre… lo que ofertamos… la diversidad de ediciones y la diversidad de autores… es lo que tratamos de cuidar siempre en la Feria del Libro en Guanajuato…” finaliza Don Miguel Ángel Ochoa.

La Unión hace la Fuerza

En tanto, durante las tres últimas semanas se ha tenido en la ciudad de Guanajuato, una destacada feria de libros, por su fuerza, unión y enfoque. Gracias al trabajo colectivo de Miguel Ángel Ochoa, "Biblionia" (Asociación de Libreros), Jesús Antonio Borja Pérez (Casa de la Cultura de Guanajuato), Juan Manuel Ramírez Palomares, Pablo Paniagua, Revista de Literatura "El Canto del Ahuehuete"(David Uriel Martínez y Fernando Rodríguez), Revista "Tirofijo" (Juan Carlos Porras y Dorian F. Cano), José I. Delgado, Mirna Cortés, Editorial "La Rana", Carlos Reyes, Javier Díaz, Raúl Ochoa, Leonardo Paniagua, así como el apoyo de varios medios de prensa locales y nacionales que hicieron posible lo imposible: crear un encuentro de escritores guanajuatenses y leoneses en una misma mesa a dialogar sobre la lectura y sus mundos posibles.


(*) Eduardo Estala Rojas es escritor, poeta y periodista cultural. Actualmente es el Coordinador de Difusión en Medios de Prensa Electrónicos del XX Coloquio Cervantino Internacional, así como Corresponsal para medios de prensa de varios países.
Iniciará en La Escala un Club de Literatura **

Lectura a cinco voces


¿Qué libros esenciales debe leer un estudiante para crearse una base literaria, que le permita decidir y disfrutar la lectura?... Cinco expertos responden.


Por Eduardo Estala Rojas *


Colaboración especial para Bitácora


Según el Diccionario de la Lengua Española (Vigésima segunda edición) la palabra lectura (Del b. lat. lectūra) significa: acción de leer, obra o cosa leída, interpretación del sentido de un texto, variante de una o más palabras de un texto, disertación, exposición o discurso sobre un tema sorteado en oposiciones o previamente determinado, cultura o conocimientos de una persona.

Durante un par de días, me di a la tarea de preguntar a escritores, poetas, traductores, novelistas, académicos y periodistas: ¿Qué libros esenciales debe leer un estudiante para crearse una base literaria, que le permita decidir y disfrutar la lectura?

Éstas fueron algunas voces que respondieron a tal pregunta.

José Joaquín Blanco (Ciudad de México, 1951- ): cronista, dramaturgo, ensayista, narrador y poeta.

“En principio, los libros clásicos que se recomiendan en preparatoria. Más clásicos que modernos. Pero no hay libros esenciales, en el sentido de unos cuantos: la lectura debe ser abundante, desde la adolescencia, o de otra manera se vuelve ideológica, reductiva, defectuosa, supersticiosa, y no desarrolla en el joven las capacidades de lenguaje y pensamiento. Leer muy poco es siempre leer mal, así sea la Biblia... En todo caso, los clásicos (siglos de oro español, costumbristas mexicanos del siglo XIX, modernistas latinoamericanos, etc.), con privilegio de los originalmente escritos en castellano, y dejar los modernos y extranjeros, los traducidos y 'de actualidad', al gusto de los muchachos...”

Alberto Ruy Sánchez (Ciudad de México, 1951- ): editor y escritor. Actualmente es el director de la casa editorial y de la revista Artes de México.

“En la lectura, como en el amor, no hay recomendación certera: cada quien tiene que experimentar mucho, hojear mucho, andar mucho entre las palabras para encontrar las suyas, las que le cambien la vida, el sentido de la vida. El que no ha encontrado los libros que le apasionen y le sean significativos es como el que nunca se ha enamorado. Leer es una dimensión de la vida que es profunda y muy personal. Por eso, aunque puede haber libros compartidos por muchos como importantes, no existe un corpus de libros imprescindible para todos, o un canon. Hay que lanzarse a ver cuáles son lo libros buenos para tu cuerpo. Por eso es importante que haya librerías donde se pueda perder el tiempo hojeando para ganarlo profundamente después con encuentros imprescindibles a los que se llega por la propia experiencia que nunca es intercambiable.”

Pedro Ángel Palou García (Ciudad de Puebla, 1966 - ): autor de novelas, ensayos literarios, crónicas históricas, y se le reconoce como miembro de la "generación del crack".

“Los clásicos griegos y latinos. Los clásicos de su país en México (Sor Juana, Payno, Yañez, Rulfo, Fuentes) y mucha, muchísima poesía de todas las épocas y lenguas. La poesía es la madre de todas las literaturas. Quien no aprecia la poesía no puede apreciar ningún libro.”

Edgar Rincón Luna (Ciudad Juárez, Chihuahua, 1974): poeta y escritor. Colabora para varios medios de prensa nacionales como internacionales.

“Creo que para iniciarse en la lectura no hay mejores libros que las antologías y compilaciones, y me refiero a las que ya son consideradas clásicas: El libro de la imaginación de Edmundo Valadez, Lectura en voz alta de Arreola y el volumen Grandes Cuentistas de la Biblioteca Universal reeditado por Conaculta-Océano.

Para mí esos libros funcionan como guía, pero primordialmente son libros donde podemos descubrir una gran diversidad de autores y explorar varios géneros; su virtud ante todo es despertarnos el interés por ciertos escritores y éstos nos remitirán a otros; por ejemplo si seguimos los pasos de Monterroso terminaremos dirigiéndonos a clásicos como Ovidio u Horacio. Si seguimos a Ambroise Bierce nos toparemos con Bret Harte, Mark Twain... a esos libros los imagino como un bosque lleno de árboles con raíces que se entrelazan en las profundidades y cuyas ramas se extienden más allá del libro mismo; son lo mejor con lo que puede toparse un lector precoz; esos libros y un buen diccionario por supuesto.

Por último, creo que las narrativas tradicionales como las fábulas y las leyendas también son recomendables para quienes empiezan en el oficio de lector, sobre todo las orientales y las latinoamericanas, aunque tienen cierta carga didáctica o moral, en su mayoría son grandes historias en pocas palabras, y lo más atractivo es que en su brevedad nos invitan a la reflexión. Qué más se puede pedir.”

Raquel Huerta-Nava (Ciudad de México, 1963): poeta, editora, historiadora, novelista y promotora cultural.

“Los libros esenciales de una persona que comienza a familiarizarse con la lectura provienen de los clásicos antiguos y modernos, generalmente son los favoritos de alguien de la familia que se van recomendando de boca en boca, como puede ser García Márquez, Cervantes, Isabel Allende o Jaime Sabines.

En todo hogar existen estos libros, en ejemplares viejos, desgastados y subrayados pero entrañables para sus dueños. La vida de un libro al lado de su lector le otorga una mayor apropiación a la experiencia, el sitio donde fue adquirido, la fecha, la persona que lo obsequió, las circunstancias vitales durante su primera lectura que reviven en nosotros al releerlo son experiencias vitales, íntimas. Entre el lector y el libro se establece cierta complicidad extraña fundada en la imaginación emanada de la escritura. Por eso se sufre cuando un buen libro se convierte en película y, si el guión es fiel al libro, siempre se agradece como sucede, en mi opinión con "El amor en los tiempos del cólera"(Gabriel García Márquez).

Cada lector tendrá su canon, es decir, sus libros preferidos y autores que respondieron a circunstancias y búsquedas; páginas que brindaron enseñanzas y consejos o que nos permitieron asomarnos a realidades ajenas de la inabarcable experiencia humana. Al conformar un canon personal se pueden ver coincidencias generales con un canon mayor, llegando a los grandes cánones de occidente que nos rigen. Toda buena literatura, si lo es, resiste al paso del tiempo y de las modas. Muchos grandes autores fueron menospreciados por sus contemporáneos, muchos otros siempre gozaron de fama y fortuna, en este aspecto tampoco hay reglas. Ese es también el misterio de la escritura y la magia del alcance de la palabra.”

Para finalizar este breve artículo (ya que la lectura es un infinito) los invito a visitar las bibliotecas públicas, las librerías de la ciudad, las ferias de libros; acudir a los círculos de lecturas, y seguir con la tradición oral de nuestros ancestros. No cabe duda que el cambio comienza desde nuestra propia casa: un buen lector no nace, se hace.

* Eduardo Estala Rojas es escritor, poeta y periodista cultural. Actualmente es el Coordinador de Difusión en Medios de Prensa Electrónicos del XX Coloquio Cervantino Internacional.

** A partir de este Miércoles 26 de Agosto inicia en La Escala el Club de Literatura, coordinado por el escritor Diego Moreno, quien en amenas charlas abordará las más grandes novelas de los más grandes escritores. Las reuniones serán de 7 a 8 pm, y se pide una cooperación de $50 pesos por cada sesión, incluyendo el café o té y galletas. Más info al 607 51 63. (Tijuana, Baja California; México).